"Rancho" sin nombre
Nunca imaginé entregarme descarado a la soledad de una fecha así.
Entre arañas que no acechan, pero que nos cuidan.
Entre voces del más allá y tres tipos de sudor.
La brillantina ultraja nuestros cuerpos...
Vela, inocente... imitando nuestro color favorito.
Escondiéndose tras un chupetón nacar y un sin fin de palabras por decifrar.
Todos vienen y preguntan, todos quieren participar.
Un gato, un hamster, un hurón quizá.
Yo les doy indicaciones para llegar.
Pasa la altura, deja la luz atrás.
Pregúntale a las arañas.
A la noche emblema y a su nombre.
Pregúntale a Peluso o a su forma de gritar.
Sabrás todo de inmediato y recordarás esa confianza...
Esa certidumbre infantil y lo innegable de tu voluntad estando allá.
Es tan fácil coquetear con tus cejas y alimentarme de tu pena...
Y sonreír al dormir... al despertar...
después de todo,
se venden todo tipo de terrenos.