P U T O P O E T A
Escribes porque te enamoras.
Porque se te sale el corazón (que habías olvidado).
Escribes porque te hace sentir mejor.
Escribes porque eso dices es lo que tú haces.
Escribes irresponsable.
Ensimismado.
Escribes lo que quisieras leer.
Sangrando.
Escribes escondido.
Escribes a mano.
Porque no puedes con el mundo.
Porque el amor se te echa encima en cada esquina.
Porque la extrañas.
Escribes porque eso sueñas.
Porque los demás lo sepan.
Por acostarte con ella.
Por disuadir a la Luna.
Por arrojar papel al suelo “lamentándote”.
Por beber.
Escribes porque ya es de noche.
Porque tu sueño se ha perdido...
Escribes tentándote.
Escribes pensando en ellos.
Abortando.
Haciendo de la azucar tu arma favorita.
Escribes carne y percusiónes.
Cánticos falsos.
Escribes “lo mejor de ti”.
Yo que he sido nube y mierda enterrada;
canal de aguas negras y miel derramada,
una pantalla narcótica,
resistol y cartulina opaca...
Yo que he sido una minucia de carne y una palanqueta olvidada en la nevera.
Un trémulo valiente con acabados en cartón corrugado.
Un casino abierto las 24 hrs.
Un diablo tierno con piel de alfombra vieja...
Puedo decir que estoy más orgulloso de ser aquel que levantó la voz,
que el mismo que fecundó al éxito empresarial.
Un caballero andante imaginando aventuras,
que un decolorante artificial y una soda light.
Un hijo de puta entero,
que ciego, traidor y poeta.