jueves, junio 08, 2006

MAÑANA INMUTABLE

Esta mañana en el microbus una señora me pregunta qué libro leo. No la esucho al principio, traigo audifonos y sólo siento su mirada encima. Al fin volteo, la esucho y le respondo. Desde que inicia mi respuesta su cara es la misma, como si cualqueira que sea mi contestación su alegría por mi interacción es lo que cuenta. Incluso cuando le enseño la portada y me dice "No veo". Pero se lo describo, el título y el nombre del autor son en inglés, no sé si ella lo habla. Está bien. No es que me importe la verdad. "Qué lindo" dice y yo me quedo en silencio, quizá con temor. Rápido retorno a la música aislante y a mi lectura. sintiéndola, todo el camino. Cada letra se va haciendo más dura, más honda. Regreso un par de líneas, no recuerdo nada de lo que me acaban de decir. De nuevo. Un párrafo entero. Aquí está, a mi lado, nadie entra para que pudiera yo cederle mi asiento y así recorrerme lejos de ella.

Y sin embargo su mirada es linda, plácida, afable.

El problema no es suyo. Es todo mío. Egoístamente mío. Mi mirada es furibunda y arisca hoy. Ayer. Lo será esta noche y quizá hasta pasado mañana.

Al fin baja. En una esquina cruzando de inmediato la calle de forma imprudentísima, sobre todo para quien no ve. Un trayecto más en el que nada ha pasado. Sigo leyendo.